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  • La solidaridad, vacuna contra el machismo
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No podemos enmudecer en el confinamiento

25 de Marzo de 2020

Ante el COVID19 nos pusimos en acción para tratar de paliar la situación que están sufriendo muchas mujeres en el confinamiento.

El estado de alarma en el que nos encontramos, coloca en una situación extremadamente delicada la muchas mujeres que tienen que convivir con su agresor. Si es dura esta circunstancia para cualquiera, nos podemos imaginar la tensión que pueden estar viviendo algunas mujeres en las casas, tener que soportar violencias y agresiones que pueden mismo llevar a la expresión más extrema, como fue el caso de la mujer de Castellón, asesinada delante de sus dos hijos menores de edad en su domicilio.

Existen ya datos que demuestran que durante el confinamiento en China se observó un repunte de la violencia de género. Frente a esta situación el Ministerio de Igualdad impulsó un Plan de contingencia. Pero, además de difundir esta y cualquiera de las acciones que se propongan, consideramos que la implicación social y vecinal es ahora más necesaria que nunca, es necesario que activemos la situación de alarma para que no sucedan casos como el vecino de Castellón que declaró escuchar gritos “pero que no le dio importancia pensando que sería una celebración” así lo recoge el periódico Público. Por eso es tan conveniente sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la violencia de género, una mayor sensibilidad activará antes la alarma, es importante también informar que cualquiera puede llamar al 112 o al 016, que hacerlo es obligatorio porque la violencia machista es un delito público y tenemos el deber de denunciarlo.
Frente a esta nueva situación, pensamos y diseñamos rótulos específicos que podéis descargar de aquí, imprimir y pegar en las entradas de los edificios, o en las tiendas del barrio. El rótulo ‘El vecindario contra las violencias’, está pensado para pegar en nuestros edificios, podemos escribir nuestro nombre y teléfono o el mail por si alguien necesita hablar o contactar con nosotros, con el convencimiento de que la solidaridad es una buena vacuna contra el machismo.