Resumen de la encuesta En Negro 2019
Cuando se inició la campaña Compostela en Negro en el 2015 con el impulso del Ayuntamiento, no podíamos imaginar que esta acción llegaría a tener un recorrido tan largo, ni esta expansión; este año alcanzó 139 ayuntamientos, con un grado de implicación y actividad muy altos, además se sumaron más de cuatrocientas asociaciones, escuelas y empresas, con las que en conjunto se logró una repercusión a prácticamente toda Galicia. Esto se consiguió gracias a la metodología que se desarrolló, mediante la que los agentes adheridos se convierten en embajadores, creando actividades y animando el vecindario a rechazar las violencias machistas.
Para poder expandir la campaña este año, hicimos algunas modificaciones importantes con respeto al año pasado: además de los ayuntamientos se incorporaron asociaciones, lo que permitió extender la acción a muchos lugares donde los respectivos ayuntamientos no estaban adheridos, también se sumaron escuelas y empresas, ámbitos que tienen una repercusión más interna que externa pero, sin duda, no menos importante. Además se creó en la web una página de adhesión para facilitar, por una parte, la firma de un documento en el que cada agente adherido se comprometía a mantener unas líneas de actuación y para que pudiera personalizar con su nombre el símbolo de la acción, dado que, por cantidad, era ya inviable el método anterior. También este año se tradujo al castellano todo el material que tiene la web, lo que permitió comenzar a expandirla fuera de Galicia. Un ejemplo es la creación del grupo ‘Gráficas en negro’, que recogió un amplio apoyo en solo una semana y consiguió repercusión en publicaciones del sector. Todas estas aportaciones, así como la dirección y coordinación, se pudieron llevar a cabo gracias a los patrocinios de las empresas: Gadis, Finsa y Castrosua.
Antes de entrar a evaluar la encuesta, nos gustaría daros las gracias porque la respuesta fue muy alta: por parte de los ayuntamientos el 67% y, en general, el 39% (229 de los 587 organismos totales adheridos); puesto que tanto colectivos como empresas se sumaron este año, valoramos muy positivamente que se incorporen ya activamente.
Una primera realidad que tenemos que tener en cuenta es que la mayoría de los ayuntamientos adheridos son muy pequeños –de menos de 10.000 habitantes–; esto podría resultar extraño pensando como surgió la campaña, en una de las principales ciudades gallegas y a través del comercio. Pero hoy en día se articula en diferentes formatos, y en las pequeñas villas se realiza en entornos totalmente rurales. Y aunque el comercio sigue siendo una referencia importante, las acciones sociales y la participación de los colegios constituyen nuevos ejes influyentes de difusión. También son pequeñas la mayoria de las empresas adheridas, y eso que se hizo un mayor llamamiento hacia las medianas o grandes, puesto que la intención era que pudieran tener un presupuesto de por sí para producir y difundir el material entre los propios empleados/las. En realidad, la mayor parte de estas microempresas son comercios; esta característica tenemos que tenerla en cuenta en la lectura de las respuestas al formulario. Por el contrario, la mayoría de las asociaciones son de más de trescientas personas y los colectivos muestran una gran variedad tanto en número de socios/as como los ámbitos de influencia.
En cuanto a la inversión, en general es muy baja; podríamos decir que, salvo excepciones, es mínima (solo un 5% gasta más de 5.000 €). Este es precisamente uno de los problemas que recoge la encuesta, puesto que la mayor parte son ayuntamientos pequeños o microempresas que no cuentan con un presupuesto para producir material. La única colaboración que tuvieron los ayuntamientos fue por parte de las diputaciones en A Coruña, Lugo y Pontevedra; la de Ourense no se adhirió, por lo que los ayuntamientos de esta provincia no contaron con ningún apoyo. Esta deficiencia se suplió con creatividad y esfuerzo, pero hace falta articular ayudas que permitan contar con material, aunque, insistimos, esta acción es de sensibilización, donde los materiales son solo herramientas que permiten debatir y visibilizar, nunca elementos imprescindibles de la acción.
Respeto a la evaluación de la repercusión, es muy positiva, fue muy alta tanto en el propio entorno como en el global. Así, el más valorado es que sea una acción social conjunta y, como segunda característica, se le da mucha importancia al hecho de poder personalizar el nombre de la institución. Más allá de estas cualidades, se aportaron otras interesantes, como que sea transversal a instituciones, colectivos y empresas, los valores que manifiesta, la implicación masculina, o llevar el debate a la calle y escuchar al vecindario. También se valoró positivamente la incorporación de asociaciones y empresas (obviamente esta pregunta se les formuló solo a los ayuntamientos); únicamente el 3,2% preferiría que fuera exclusivamente municipal, frente al 81,7% que piensa que es mejor que esté abierta la otras instituciones y la empresas.
Entre las propuestas para mejorar la acción se valora cómo la más positiva la de incorporar más contenidos a la web y diseñar nuevos materiales; además se proponen, entre otras opciones, empezar a organizarse antes –esto nos lo indican varias respuestas– y tener una estructura de coordinación estable.
En el que coinciden todas las respuestas de forma rotunda es en considerarla una herramienta útil que no se quiere perder, para lo cual se apunta de manera también contundente que es necesaria una coordinación global para visualizar la puesta en común y para que la campaña no se desvirtúe. Lo que provoca más dudas es cómo llevarlo a cabo; aquí, a pesar de que la mayoría de las respuestas de los colectivos y de las empresas apoyan la creación de un Foro, los ayuntamientos no tienen una opinión definida; aunque no rechazan la creación de dicho foro, la mayoria no tienen una opinión clara sobre el tema. Este resultado puede ser debido a la necesidad de tener más información sobre cómo construir este organismo y el rol de los ayuntamientos dentro de él. Este es precisamente el siguiente paso a dar.
Por último, en cuanto a la forma de financiación del Foro, las propuestas más apoyadas son las de subvenciones, patrocinios y donaciones, aunque también se contempla un sistema de cuotas para ayuntamientos y empresas que asegure su viabilidad, teniendo en cuenta el tamaño de estas últimas.
Según las consultas legales hechas, la mejor fórmula de organizarse es a través de un foro o asociación sin animo de lucro que permita transformar la acción en un organismo más estable y dotado de una forma jurídica. Un Foro de personas físicas y jurídicas, públicas y privadas, que aglutine a todos los organismos adheridos en la lucha contra las violencias machistas.
Los objetivos genéricos serían los siguientes:
- Fomentar acciones de sensibilización ciudadana contra las violencias machistas en todos los ámbitos que ayuden a conseguir un cambio social, de igualdad real y respeto hacia las mujeres.
- Implicar el tejido económico, asociativo, educativo, deportivo, social y cultural, así como a toda la ciudadanía, en una respuesta colectiva de rechazo de la violencia de género y de los asesinatos machistas.
- Promover la transversalidad de género en las acciones y políticas #municipal para trabajar a favor de la igualdad y por la prevención, eliminación y tratamiento de las violencias de género en todos los ámbitos, ampliando el marco temporal de 25 de noviembre e implicando a todas las áreas de gestión de las políticas públicas.
- Identificar e incidir en los comportamientos y expresiones verbales que están detrás de la violencia de género a través del uso de materiales de campaña específicos.
- Velar por las buenas prácticas en la difusión y en la transmisión de contenidos de esta acción.
Resumen gráfico de la encuesta (en gallego)